EL SMSEM NO ES MONEDA DE CAMBIO

 EL SMSEM NO ES MONEDA DE CAMBIO

Y que quede muy claro, tampoco es una persona en particular. Comprendamos algo: El SMSEM como institución, es la única herramienta de defensa de los derechos y aspiraciones de las y los maestros estatales. Una construcción de todos nosotros y de quienes nos antecedieron en la vocación de educar a la niñez y juventud del Estado de México, proceso que ha llevado décadas. En ese sentido, el SMSEM es más que un ente jurídico o una idea, es ante todo un organismo vivo que condensa todos nuestros anhelos gremiales, impulsado por más de cien mil corazones, enriquecido por nuestras mentes, fortalecido a consecuencia de la voluntad de cada uno de nosotros. Bueno, una idea si es, la de que nuestras condiciones laborales y derechos ganados pueden ser protegidos, resguardados. Y nuestras conquistas susceptibles de acrecentarse, añadiendo certeza laboral garantizada.

El SMSEM es cada uno de nosotros en lo individual y colectivo.

En el SMSEM cabemos todos.

Los intereses genuinos, legítimos de las y los maestros son mayores mejores que las agendas personales de unos cuantos. En estos tiempos complicados en que se ha puesto de moda el insulto como estrategia, es posible escuchar voces afirmando ser nuestras voces, las de todos nosotros.

Ellos no son mi voz.

Yo, hablo por mí mismo.

Descalifican, son violentos de discurso acción. Hacen del enfrentamiento su mecanismo favorito de popularidad. Y lo llevan a cabo muy bien, porque son expertos en romper, no en edificar. Sin embargo se han encontrado con un magisterio fuerte en su diversidad y sobre todo en su Unidad. Porque antes de colores, filias, fobias o ideologías, somos maestros, educadores. Para nosotros no vale gritería, sino razón. No violencia, sino paz. No insultos, sino argumentos. No denostación, sino diálogo. Esas son nuestras unidades de medida, porque entendemos que las y los verdaderos líderes unen, no dividen. Concilian, no imponen. Convencen con pruebas, no con teatralidades. Las y los maestros sabemos insulto y agresión definen de cuerpo entero a quienes los emiten. Los maestros somos más, bastante más que eso. Las y los maestros no creemos ni creamos rumores, no denostamos a nuestras hermanas y hermanos, nuestros compañeros, amigos. La división que algunos promueven para ganar, pretende volvernos débiles. Es originada por quienes ven en el SMSEM una moneda de cambio, pero lo cierto es que nosotros no somos mercancía.

Shayd Santillán.

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