ALUMNOS DE PRIMARIA GENERAN GAS CON BIODIGESTOR QUE FUNCIONA CON ESTIÉRCOL
#MAESTROS QUE INSPIRAN
Inocente Salazar Gómez es maestro de sexto grado en la Escuela Primaria Lázaro Cárdenas, ubicada en la Peñuela, comunidad considerada de alta marginación y pobreza en el municipio de Zinacantepec Estado de México. El lugar está rodeado de miles de árboles y de una vista espectacular.
Los alumnos de Inocente, detectaron una problemática en su comunidad relacionada con la tala inmoderada de árboles, muchos de estos son utilizados por los habitantes del lugar para hacer leña que utilizan en los hogares para satisfacer las necesidades básicas, sobre todo, para cocinar.
Buscando alternativas de solución, surgió el proyecto al que denominaron “Ayudemos a que el fuego sea amigo de los árboles”, para ello se plantearon un propósito: implementar acciones de cuidado del medio ambiente a través de la construccion de un biodigestor de flujo continuo, se trata de un sistema en el que los desechos orgánicos, en este caso estiercol de caballo y cerdo, ingresan por un extremo de la bolsa llamado reactor, la recorren en un tiempo de retención hidráulica determinado, dando como resultado la generación de biogas, pero también de fertilizante orgánico que utilizan en el huerto escolar.
El biogas generado con el biodigestor, es utilizado en el comedor escolar donde todos los niños reciben desayunos calientes preparados por las madres de familia, en tanto el fertilizante orgánico, es empleado en el huerto escolar sembrado por los mismos alumnos.
En este proyecto el Maestro Inocente, trabajó con una de las cuatro metodologías propuestas por la Nueva Escuela Mexicana: el aprendizaje basado en problemas, logrando enmarcar los cuatro campos formativos y los siete ejes articuladores, es decir abordó diversas disciplinas que se ubican en los campos formativos y múltiples contenidos y Procesos de Desarrollo de Aprendizaje, lo más importante es que los alumnos lograron apropiarse de los conocimientos de manera innovadora y sobre todo, desarrollar el pensamiento crítico.
En este proyecto intervino la comunidad escolar, alumnos, docentes y padres de familia quienes colaboraron en la elaboración del biodigestor y en la implementación del huerto escolar, que fue un gran éxito y que ahora piensan construir en sus hogares solicitando el apoyo del Maestro Inocente y de los alumnos de sexto grado.
Para tener los productos finales tuvieron que pasar cerca de dos meses en los que hubo que investigar, hacer frente a los errores, hacer varias pruebas, desanimarse y volver a iniciar hasta lograrlo.